viernes, 10 de septiembre de 2010

Un error

Continúa parpadeando unos minutos más. Sólo percibe destellos y colores, pero no distingue formas; sin embargo, los sonidos le llegan con total claridad. El problema es que son demasiados y están mezclados, y le cuesta distinguirlos de su propio pensamiento. Está confuso, se siente espectador de una película, acomodado en una butaca en algún lugar que no logra imaginar. Es consciente de lo que ocurre alrededor pero no de sí mismo. «Es extraño», piensa, «realmente extraño».
Pero después de esos minutos, tiene un instante de lucidez, y en ese momento llega corriendo alguien que afirma tener algunas pruebas, y viene gritando: «¡Era inocente!, ¿no veis que era inocente?» Escucha un gran revuelo y alguien dice: «¡Menudo error!»
La cabeza en la cesta de mimbre parpadea una última vez y en ese mismo instante tiene un pensamiento fugaz. Y aunque su pensamiento no tenga forma de imágenes ni de palabras, siempre juraré que equivale a gritar: «¡Sí, fue un error! ¡Fue un gran error!»

7 comentarios:

  1. Muy bueno. Además me ha hecho pensar. Me pregunto si realmente una cabeza puede pensar separada del cuerpo aunque sea unas fracciones de segundo. Aunque está claro que la ciencia no tiene modo de estudiar el tema.

    Un saludo.

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  2. Oh, la ciencia si puede medirlo. Y de hecho, algunos segundos después de que te cortan la cabeza sigues teniendo pensamientos conscientes, el tiempo suficiente para que la sangre que hay en el cerebro empiece a dar un aporte insuficiente de oxígeno y glucosa a las células cerebrales y estas mueren.

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  3. Gracias, Javier. Yo pienso que es posible, al menos mientras quede sangre en el cerebro; quizá después ya no pueda haber sinapsis. Pero es sólo una hipótesis...

    Mr., habría que saber quiénes y de qué forma han medido eso y llegado a esa conclusión, ten en cuenta que los "científicos" -no me gusta esta palabra porque tiene un sentido demasiado amplio- se contradicen unos a otros continuamente. El método científico es exacto, pero el ser humano es experto en equivocarse.

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  4. Cierto, yo sigo pensando que es imposible de medir. En la época de las decapitaciones no había medios, y ahora, ¿qué harían? ¿Pedir un voluntario para cortarle la cabeza y ponerle sensores? No sé, lo veo difícil...

    Supongo que sólo habrá conjeturas al respecto.

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  5. Tampoco es necesario medir mucho. Un corazón es capaz de seguir bombeando un minuto después de haber sido extraído del cuerpo, hasta que agota sus reservas de glucosa, la energía que necesita para alimentar las células musculares que lo forman. Se comprueba cada vez que se hace un transplante. Igual que con cualquier otra parte de un ser vivo, el cerebro funciona hasta que le falla: el alimento y el oxígeno necesario para transformar ese alimento en energía útil, que llegan por la sangre o haya un "cortocircuito" que impida el correcto funcionamiento de todo el sistema (normalmente muere porque el corto rompe el sistema de alimentación y deja de llegarle comida y oxígeno). La percepción de nosotros mismos, la consciencia, es una pequeña parte del cerebro, que funciona igual que las demás. Sabemos que puede alterarse si hay problemas en algunas áreas cerebrales (pequeñas descargas eléctricas en puntos concretos estimulan o evitan la sensibilidad, el movimiento o la generación de hormonas y otros compuestos químicos que afectan al comportamiento general de una persona, se pueden inducir dolores, sensaciones e incluso experiencias místicas solo poniendo un electrodo en el lugar adecuado y aplicar una pequeña descarga, del mismo modo que se puede medir "hasta cierto punto" ciertas reacciones de esa persona simplemente leyendo los cambios en el flujo eléctrico del cerebro). Y si, se han hecho muchos experimentos éticamente poco agradables. Por ejemplo, en la segunda guerra mundial, un doctor alemán hizo un mapa del cuerpo humano en el cerebro por el método de ir pinchando una aguja en cada porción de éste y viendo qué parte del cuerpo reaccionaba... "gracias" a él, sabemos como se distribuyen las diferentes partes sensitivas y motoras del cuerpo humano en el cerebro. Aquí podemos ver el resultado de tan macabro procedimiento.

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  6. Otra anécdota sobre el cerebro y las descargas eléctricas y las experiencias místicas: la epilepsia no es más que una descarga eléctrica que se le va de las manos al cerebro (si, es una definición bastante cogida con pinzas). Hay muchos tipos de epilepsias, desde las más centradas en un punto concreto hasta las que se expanden por todo un lóbulo o varios, algunas se pueden ver casi como si fueran terremotos en el cerebro. Cuando una persona convulsiona por un ataque de epilepsia suele ser porque la descarga ocurre en las áreas motoras del cerebro, las que controlan el movimiento. Cuando una persona empieza a ver visiones y a tener alucinaciones es posible que tenga un ataque epiléptico en las áreas sensitivas, en la corteza occipital normalmente. Hay un área que está relacionada con la conciencia, que si se produce una pequeña crisis epiléptica ahí transtorna la conciencia, dando lugar a experiencias místicas (si eres religioso, verás santos, ángeles, etc, siempre según la religión de quien la sufra, si crees en los extraterrestres hombrecillos verdes o grises, etc). La famosa conversión de San Pablo, que se cae del caballo y ve a dios y se arrepiente y tal es visto como un ataque epiléptico en esta región del cerebro.

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  7. Venía a comentar el escrito... Y me he encontrado con todo un compendio de sabiduría, sobre todo con el último comentario de Míster... Ahora entiendo un poquito mejor a mi gato (sí, es epiléptico).

    Sobre el escrito, ésta ha sido siempre la razón por la que estoy en contra de la pena de muerte... Cadena perpetua, vale... Si te equivocas, "sólo" le has privado de libertad X tiempo hasta que se descubre el error, pero si ya lo has matado, ¿cómo lo solucionas? Besos!!!

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