jueves, 5 de agosto de 2010

Ángel

Tú dices: hasta aquí llegué, ya estuvo bien,
pero no te mueves del lugar;
yo digo: a la de tres empezaré a correr
pero olvido que no sé contar...

Nacho Vegas, Dry Martini S.A.

La chica era un ángel, dicen por ahí. Tenía esa mirada esmeralda que sólo tienen los ángeles, franca, dulce, amable... y esa palabra de aliento siempre en el momento oportuno. Y algunos dicen: ¡Quién lo habría pensado!, y otros se lamentan: ¡Era un ángel, la chica era un ángel!
Ella llevaba la cuenta de los días transcurridos para no olvidar cuándo debía marcharse. Cada amanecer, añadía una diminuta marca a su antebrazo con un pequeño cuchillo de pelar. Ya queda menos, pensaba, ya no queda nada para irme de aquí. Le dolía, pero aguantaba bien el dolor. Estaba más que acostumbrada.
Se podían contar algunos años en su pálido antebrazo. Dos y medio, tal vez tres. Pero cada vez que llegaba el momento de irse, ella mordía con fuerza las cadenas y no conseguía nada. Se preguntaba en qué podía haber fallado e inventaba pretextos. Las cadenas eran demasiado gruesas o sus dientes demasiado débiles. Entonces, pensaba, tal vez el problema se acabe solucionando, y con ese pensamiento empezaba a contar de nuevo.
Esta vez había ido demasiado lejos. Había roto las cadenas y él se había dado cuenta antes de que ella hubiera dado un solo paso. Decía que la quería, pero nunca se le había pasado por la cabeza hacerla feliz, y mucho menos si eso implicaba darle libertad. La quería como se quiere a un cuadro o a un jarrón. Ni un solo beso, ni una sola caricia, ni una palabra más o menos amable durante años. Dos años y medio, tal vez tres.
Y esta tarde de otoño no acude a su despedida. En su lugar, lo hace todo un pueblo. Hace dos noches, cuando él la tenía acorralada contra una esquina de la habitación, con la mano en alto, ella había dicho: "Yo siempre he sido libre, ¿no lo ves?", y, empujándole, había echado a correr hacia el balcón abierto.
Y ahora, algunos dicen: ¡Era un ángel, un ángel del cielo!

3 comentarios:

  1. Me dejaste sin palabras. En serio.

    Para comentar algo, me referiré al estilo y te diré que me encanta cómo vas desgajando las historias, poquito a poquito, sin resultar lento...

    Eres muy, muy bueno, cielo. Besito!!

    ResponderEliminar
  2. Gracias, guapa, al final me lo creeré y todo ;-)
    Un beso, cielo.

    ResponderEliminar
  3. Si es lo que yo te digo, deberías escribir un libro... ejem...

    ResponderEliminar